miércoles, 19 de diciembre de 2018

ERA NAVIDAD



                                                    Imagen de Wikipedia.
                                                        


Sonaban las cuerdas
de una vieja guitarra
que tocaba un hambriento
en la esquina más fría
de una helada ciudad…

La gente pasaba
a caballo en rutinas
sin pararse a escuchar…
¡Era Navidad!

De repente él se puso a cantar…
y contó que la vida le negaba su pan,
circunstancias que vienen,
que a veces se quedan
y a veces se van;
circunstancias que hay que salvar
y que ahora mismo
son todo su afán…
que eligió esa esquina
por quererlo el azar,
pero que la gente pasa
sin pararse a escuchar;
sin pararse a ayudar…
y que sigue cantando,
y contando,
en la fría esquina
de esa helada ciudad
por si un día
su suerte perdida
le vuelve a encontrar…

Y sonaban, sonaban, sonaban…
las cuerdas gastadas
de una vieja guitarra…
sus notas sonaban a lamento
en la esquina más fría
de una helada ciudad;
de las manos de quien las tocaba
la sangre manaba
de tanto tocar…
y en sus ojos una lágrima viva
que muere despacio
empezaba a asomar,
recorrió su agrietada mejilla
siguiendo los cauces de viejas heridas
visibles a poco mirar, a poco escuchar,
que en su rostro gastado
la aguja del tiempo trazó…
suspendida en el aire un instante
se precipitó rumbo al suelo por la gravedad,
golpeó en su zapato gastado
y se perdió en el asfalto de una helada ciudad…
Ay, ayayay, ayayay ayayay ayayay

Corazones de invierno
con bufandas de lana
a caballo en rutinas
con prisas que vienen y van
a su lado pasaban cargados de regalos
metidos en bolsas
con eslóganes de amor y de paz,
pero nadie se paraba a escuchar…
¡Era Navidad!

Ay, ayayay, ayayay ayayay ayayay,
la vieja guitarra seguía sonando
y yo que estuve un rato escuchando
egoísta y cobarde
me alejé de la esquina
sin pararme a ayudar…
tranquilicé mi conciencia
con escasas monedas
que eché en un sombrero gastado
y me fui como alma que lleva el diablo
a comprar los regalos
que metidos en bolsas
con eslóganes de paz y de amor
distrajeron mi vida
en rutinas baldías…
y al momento olvidé la canción
que en las cuerdas de una vieja guitarra
sonaba a lamento y a desesperación…

De toda la gente que pasó junto a él,
yo fui el peor,
pues habiéndome parado a escuchar
le negué yo mi mano y mi corazón…
¡Era Navidad!

Y en la esquina más fría
de una helada ciudad
una vieja guitarra
con sus cuerdas “vocales” gastadas
nunca deja de sonar…
ay, ayayay, ayayay ayayay ayayay

De momento al lamento le toca esperar
en la esquina del tiempo perdido
a que la diosa fortuna le venga a rescatar
porque los oídos mortales
que, a caballo de sus rutinas,
vienen y van,
a veces se paran a escuchar,
pero nunca a ayudar…
Ay, ayayay, ayayay ayayay ayayay,
ayayay ayayay ayayay, ay, ay, ay…
¡ERA NAVIDAD!

Impersonem.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

COTIDIANIDAD





                                                 Animación cogida de Wikipedia




Tendremos que andar deprisa.
Tendremos que andar despacio.
Y así, compartiendo risas,
andaremos el camino…

Que toma un trozo de pan
que dame un trago de vino
que se alimente el afán
de perseguir el destino
donde el primer paso que dimos
fijó su ansiado horizonte…

Que si un monte, que si un río…
Que si calor, que si frío…
Que si quita, que si ponte…
Que si lo tuyo y lo mío…

Miro cerca, miro lejos…
y hago camino al andar…
y en cada paso que doy,
además de ser quien soy,
aprendo a ser algo más…

La esperanza en el mañana…
La experiencia del ayer…
La danza de cada hoy…
Dentro de la eternidad…

Impersonem.

sábado, 20 de octubre de 2018

TIEMPOS DE VENDIMIA Y BODEGA

                                         Imagen bajada de Wikipedia.




¿Cuántos panes nos hemos comido?
¿Cuántos peces se nos fueron nadando?
El afán se nos hizo milagro
y las cubas se llenaron de vino.

Conversamos en un rato perdido
de las bazas que habíamos ganado
en el juego hostil de la vida,
sugiriendo no sé quién del grupo
que más que las bazas cuentan los tantos;
señalando, a su vez, con acierto y concierto,
que cada juego tiene sus apaños;
que en el mus los ases valen algo,
pero son los reyes los que imponen su brazo;
y por ello es preciso saber
qué descartes se van de la mano.

Sin embargo, en la brisca
es el as el que reina…
y si tres se reúnen en un mismo triunfo
al rey de los hunos
al caballo de otros
y a las sotas o sotos
les infligen derrota o derroto.

Y después de bebernos el vino,
empezamos a cantar mentiras,
y las liebres se hicieron marinas
y el monte se llenó de sardinas;
y después de mentir sobre frutos en árbol
nos metimos en un buen melonar…
nos comimos un melón de verano
y los de invierno ¡ya se verá!

Y ganamos un tiempo perdido
hablando del azar y sus reglas
(paradojas aparte)

y después de bebernos el vino…
y después de montar una juerga…
y después de contar cien mentiras…
nos volvimos a casa con sonrisa abierta…

y el futuro vendrá con sus panes
y habrá peces que escapen del plato
y habrá afanes que obren milagros
y mentiras que cambien las liebres por gatos
y habrá bazas vacías sin tantos
y entre reglas y azares
nos jugaremos con gusto la vida.

Impersonem.