Se aproxima la traición
en silencio, por la espalda;
un puñal lleva en la boca
y en la cintura una espada.
Su corazón es de piedra
y su alma de hojalata;
su mano está ensangrentada
y es como garra de fiera.
Piensa con nocturnidad
y actúa con alevosía;
si te muestra cortesía
es pa’ poderte alcanzar.
Amante de la oscuridad,
detesta la luz del día;
para ella la claridad
es su peor enemiga.
Virtuosa del disfraz,
es difícil detectarla;
para poder evitarla,
es preciso ser sagaz.
Tantas veces me ha alcanzado,
por tonto y por confiado,
que tengo la espalda abierta
y el corazón traspasado.
Aun así, sigue latiendo
y yo aún sigo andando…
y mientras, voy aprendiendo
cómo actúa el ser humano.
Impersonem.