Gea, por Anselm Feuerbach (1875)
Fresco del techo de Bellas artes de Viena.
Imagen de Wikipedia.
El que
no llora no mama
ni le
acercan biberones,
pero
si pone razones,
atempera bien
su alma,
y
antes de ir a la cama
se
toma un tazón de ilusiones...
no le
hará falta la dama
para
dar jaque a bribones.
Y si a
los que lloran mucho
se les
tiene por llorones;
a los
que maman mucho
se ha
de tener por mamones.
Y es
que la ubre de Gaia
seca se
le está quedando,
pues
hay chupones de “savia”
que
siempre la están esquilmando.
Impersonem.