Clístenes. Imagen de Wikipedia.
En el
mundo del común
Demos
está sin cracia
y por
eso:
Faltan
panes, faltan peces.
No hay
milagro que lo arregle,
multiplica
tú si quieres
a mí
siempre me da igual,
tal
vez la prueba del nueve
nos
confiese la verdad;
yo de
fe ando sobrado
pero
en números voy mal…
Sí,
soy un hombre de fe,
pues
yo me trago las hostias
como
si fueran puré
cuando
me vienen del norte,
cuando
me vienen del sur,
cuando
del este me vienen
y, si
es del otro, también…
Y
siendo verdad sincera
que de
números no sé,
dando
y puliendo cera
he
llegado a comprender
que
cuando suma la Banca,
y
cuando resta también,
aplicando
las sus reglas,
de
diez se lleva una
y las
otras también…
Y así
no salen las cuentas
si
aplicamos al problema
la ley
de las proporciones:
numerador
diminuto
denominador
inmenso
resultado
en “decir males”
saldo
en penalidades;
numerador
inmenso
denominador
diminuto
resultado:
“Bienes densos”
saldo
en barbaridades…
Impersonem.