Clístenes. Imagen de Wikipedia.
En el
mundo del común
Demos
está sin cracia
y por
eso:
Faltan
panes, faltan peces.
No hay
milagro que lo arregle,
multiplica
tú si quieres
a mí
siempre me da igual,
tal
vez la prueba del nueve
nos
confiese la verdad;
yo de
fe ando sobrado
pero
en números voy mal…
Sí,
soy un hombre de fe,
pues
yo me trago las hostias
como
si fueran puré
cuando
me vienen del norte,
cuando
me vienen del sur,
cuando
del este me vienen
y, si
es del otro, también…
Y
siendo verdad sincera
que de
números no sé,
dando
y puliendo cera
he
llegado a comprender
que
cuando suma la Banca,
y
cuando resta también,
aplicando
las sus reglas,
de
diez se lleva una
y las
otras también…
Y así
no salen las cuentas
si
aplicamos al problema
la ley
de las proporciones:
numerador
diminuto
denominador
inmenso
resultado
en “decir males”
saldo
en penalidades;
numerador
inmenso
denominador
diminuto
resultado:
“Bienes densos”
saldo
en barbaridades…
Impersonem.
no hay solución
ResponderEliminaresperemos que no recurramos a la dac dec dic...
Depende cómo se plantee el problema... supongo que primero hay que empezar por hallar el factor común para simplificar los conceptos y multiplicar los apoyos, pues las causas comunes unen más que las contrapuestas...
EliminarPor lo tanto, para resolver el problema de la imposición hegemónica de los pocos a los muchos, primero tendremos que buscar el factor común que a esos muchos les suma, les resta, y les multiplica circunstancias en cada yo y en el todos... siendo en el todos donde está la solución para salvar las circunstancias de cada un@.
Me enrollé, perdón...
Saludos
Clase de economía con lenguaje lírico. Sorprendente, pero muy claro. Tomo nota, aunque mi visión de la Banca estaba ahí más o menos...
ResponderEliminarSaludos
Uy, yo en economía y en números voy fatal... en lenguaje lírico me defiendo como gato panza arriba... Intento hablar claro, pero no sé si lo consigo... Hay cosas que se muestran tan evidentes que miradas por cada cual se alcanzan conclusiones muy similares por tod@s
EliminarAbrazo
Cada vez más barbaridades y cada vez más números rojos en el corazón.
ResponderEliminarLa banca siempre gana, y con ella los de siempre.
Saludos.
La cuestión viene de lejos, produce convulsión en el momento presente y me temo que se prolongará en el futuro que espera (o que ya es)... todo pende del depende del según, sin sobre, tras... tenemos que convertir las preposiciones en proposiciones a través de acciones ponderadas y organizadas, estableciendo lo común como prioridad para dar covertura de vida digna a cada individualidad...
EliminarAbrazo
Echando un vistazo a los comentarios he visto que escribí covertura erróneamnete en vez de cobertura correctamente... bueno, lo doy por corregido...
EliminarCuánto se aprende por aquí, gracias, un placer haber entrado a tu blog, te sigo : )
ResponderEliminarGracias, pero yo sólo soy un humilde aprendiz de la vida, que suele acertar de vez en cuando después de cometer cientos de errores...
EliminarUn placer haber tenido el honor de tu visita... la puerta siempre está abierta...
Abrazo
La fe la he perdido hace rato, este mundo ya no abra quien lo arregle, la historia da cuenta de eso y la vida cotidiana te lo hace padecer...
ResponderEliminarMi única esperanza es el amor de los míos que ayudan a seguir.
El poema como siempre es muy bueno!!
abrazo :)
Yo tampoco tengo mucha fe en el sistema, pero tengo fe en que un día los más dejemos de pelearnos de forma cainita por las migajas y juntándolas en pro de la causa común nos demos fuerza en la unión que obra "milagros"...
EliminarEl arreglo no vendrá a través de los técnicos (tecnócratas), sino a través del sentido común cuando este sentido sea el común de los sentidos... si no logramos que lo sea, no habrá solución... pero yo todavía creo en el despertar de la humanidad... creo en los "demás" porque creo en mí... ¡esa es mi fe!... es una cuestión de sumas y restas... que necesita un ajuste de balance ponderado...
Tienes razón, el calor de los nuestros y de nuestro hogar atenúa el desasosiego que sentimos ante esta realidad tan desasosegante... te deseo lo mejor para ti y los tuyos...
Gracias por venir Cecy, tus visitas siempre me alegran infinito...
Abrazo
Me ha gustado mucho visitar tu blog. Un poema muy real, ¡ay los bancos!
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Mara... ¡ya no se puede fiar uno ni de los bancos de sentarse! Bueno, es una mala broma, pero la dejo ahí...
Eliminar¡Ay los bancos y ay las leyes ad hoc que les dan cobertura!
Saludos.