domingo, 29 de diciembre de 2019

VER, OÍR Y ...










                                                    
                                                     Imagen de Wikipedia

Escucho respetuosamente el mantra
de quienes aspiran a ser eternos…
y yo que nunca he sabido
qué hacer con tanto tiempo,
me he dedicado a ver
qué pasa en este momento…

Leí y oí los cuentos sobre esta vida
con los ojos abiertos
y el alma encendida;
con la razón en prevengan
y la fe herida…
y, casi a tientas,
(braille discreto)
fui descubriendo algún secreto
guardado en los cajones
que entran y salen
en muebles de abolengo
guardados en trastiendas
donde hay transacciones
que, por razones inconfesables,
siempre son secretas
y están sólo al alcance
de quienes hacen el balance
cubriéndose sus manos “negras”
con impolutos guantes blancos.

Impersonem.

domingo, 15 de diciembre de 2019

MÁS HAIKUS DE PRINCIPIANTE.

                                                Imagen de Wikipedia.



Se abren los cielos
en los amaneceres,
callan los grillos.
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La Tierra gime
con dolores de duelo,
tengo un pañuelo.
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El gallo canta
en un corral desierto,
estoy durmiendo.
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El Sol se pone
rozando el horizonte,
hasta mañana.
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Mies en las eras
esperando a los trillos,
ganan las piedras.
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La Osa Mayor
conversa con la Luna,
siempre de noche.
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Una manzana
se cayó de su árbol,
y yo en el guindo.
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Un saltamontes
se posó en tu trenza,
yo te miraba.
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Jugando espero
la hora de tu regreso,
siempre barajo.

Impersonem.

domingo, 8 de diciembre de 2019

CASUALIDAD





                                                                             Imagen de Wikipedia.



Hoy fui a una tienda
de prendas de segunda mano,
miré, vi y compré
un viejo sombrero barato;
al ponérmelo en casa,
salieron de él
una liebre y un gato;
al instante regresé a la tienda
a protestar por el susto y el trato…
me dijeron que había cubierto
la cabeza de un famoso mago
y que, tal vez, en su último truco
se los había dejado allí olvidados…
Satisfecho con la explicación,
volví para casa, me senté en el salón,
y metiendo la mano en el viejo sombrero,
buscando con tacto y esmero,
del viejo mago encontré el corazón…

Ahora llevo el sombrero conmigo;
en él guardo mis propios sentidos
y, a veces, cuando estoy dormido,
entro y salgo a través de él
en el mundo perfecto
en el que alguna vez he vivido.

Impersonem.