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Caronte de Gustave Doré para la Divina Comedia
de Dante.
Y se irá mi
vida en una barca
a sudar el
tiempo entre las aguas
y a morder el
mástil y las velas
como un
náufrago cansado.
Y se irá mi
cuerpo entre unas tablas
a alimentar
gusanos bajo tierra
para que mi
alma despierte al otro lado
sin el
tic-tac del reloj
ni el
trasiego de los años.
Y se irá mi
canción con el viento
a confundirse
con el trino de los pájaros
para que
llegue mi mensaje lejos
a fundirse
con lo eterno.
Y la lluvia
de los días venideros
regará con el
mensaje de mis sueños
la tumba
donde reposen mis huesos
para que
nazcan las flores que sembré.
II
Y me iré con
mi barca a la otra orilla
a cantar las
penas que he llorado
y a musitar
al alba el sueño de un ideal
que en el
surco de la vida no llegó a germinar.
Y me iré con
el rostro harto de llagas,
erosionado
por las lágrimas
que drenaban
mi alma de penas
y de
repetidos desengaños.
Sí, me iré
como se va el fugitivo,
sin decir que
me voy,
y aquí sólo
dejaré mi recuerdo
en la memoria
de quien quiera recordarme.
Impersonem.