Gea, por Anselm Feuerbach (1875)
Fresco del techo de Bellas artes de Viena.
Imagen de Wikipedia.
El que
no llora no mama
ni le
acercan biberones,
pero
si pone razones,
atempera bien
su alma,
y
antes de ir a la cama
se
toma un tazón de ilusiones...
no le
hará falta la dama
para
dar jaque a bribones.
Y si a
los que lloran mucho
se les
tiene por llorones;
a los
que maman mucho
se ha
de tener por mamones.
Y es
que la ubre de Gaia
seca se
le está quedando,
pues
hay chupones de “savia”
que
siempre la están esquilmando.
Impersonem.
Imposible evitar su existencia
ResponderEliminarSaludos
No hay nada imposible... aunque hay tareas que se prolongan unas cuantas vidas...
EliminarAbrazo
Y así, entre llorones y mamones andamos...
ResponderEliminarBueno, todos tenemos lágrimas y, a veces, el ansia descontrolada de nuestro instinto de supervivencia...
EliminarAunque esta conversación iba de otra cosa... jejejeje
Abrazo
Pobres... No saben que están muertos.
ResponderEliminarFeliz regreso y feliz primavera
Uy... encima tienen un sexto sentido... (es broma)
EliminarGracias Soco.
Abrazo
Jajaja, es buenísima!!!
ResponderEliminarMás besos.
Me alegro de que te haya hecho reír...
EliminarY muchas gracias por tus palabras...
Abrazo