imagen de Wikipedia
No sé si escuchando el mar
en una caracola
se oye la voz de los náufragos...
pero sé que mirando la aparente realidad
nadie podrá encontrar la verdad,
y sé que entre el bien y el mal
hay un gran laberinto
difícil de desentrañar...
pero quien siga la voz de su instinto
sabrá dónde está la puerta de entrada
y también la puerta de salida,
y aún tendrá tiempo para hacer turismo
por todos los rincones de la vida.
Impersonem
Las caracolas encierran secretos impensados: ecos suicidas, versos de Alfonsina _con el mayor respeto_ , chistes de Jaimito, promesas de enamorados, melancolías de hormigas que corren a esconderse de este mundo cruel donde escasean los abrazos…
ResponderEliminar(Acá me estoy riendo de tu comentario que acaba de entrar, es que encontré la plantilla que había borrado, esa que amo, y me pareció que era feo el “vale para el abrazo”, soy una mujer de grises)
Ahora no sé qué iba a decir, seguramente iba camino a un laberinto sin salida!
Excelente el cierre de los versos Impersonem.
Mejor no sigo a mi instinto, seguro me juega una mala pasada.
Un beso
¡Pues sí que caben cosas en una caracola! ¿De Alfonsina Storni?
EliminarNo te preocupes por eso de los cambios (me alegro que encontraras la plantilla que te gusta) ahora está de moda lo del I+D...
El seguir al instinto es opcional...
Un abrazo
Sí, de Alfonsina Storni, todos los que se llevó con ella al mar.
EliminarHola, Impersonem, he estado mirando los anteriores poemas, esos poemas que no tienen desperdicio.
ResponderEliminarNunca escuche en una caracola ningún secreto, pero sí he visto los secretos del mar, y porqué no, también he de decir que es tiene su nobleza.
Normalmente la naturaleza de las personas es sabia, llenas de preguntas, de laberintos, pero claro quieren saber dentro de esa confusión, saben, se saben que no todo se ve según el primas que se mira, sino llegando hasta las entrañas o casi ya que no es fácil de toda esta maraña tejida, precisamente para crear esa confusión.
Uy, impersonem si siguiera a mi instinto me perdería, mejor sentarse a tranquilamente y hacer un esquema desde cuando se entro hasta el momento.
Me encanta leerte, no he podido hacerlo antes y hasta dentro de otras semana tampoco podré.
Tus versos son importantes, toda la capacidad que ellos abarcan.
Besos
Hola Soledad, supongo que escuchando aquí y allí y dentro y fuera logramos configurar un esquema, más o menos acertado, de lo que supone esto de vivir...
ResponderEliminarEl mar tiene muchas cosas, la vida procede del mar...
Lo del instinto es opcional...
Besos.
Sí Impersonem, la vida procede del mar, pero él sabe más de nosotros, que nosotros de él. El mar me parece noble, porque siempre devuelve lo que no es suyo, eso no ocurre con algunas personas...
ResponderEliminarBesos.
Cierto... el mar tiene la nobleza de la naturaleza aunque yo al mar le tengo mucho respeto... me impresiona su inmensidad...
EliminarBesos.
¿Sabes...?
ResponderEliminarHasta que tuve doce años no conocí el mar, y soñaba con que alguien me trajera una caracola para escucharlo. La primera vez que lo vi me puse a llorar, pero no porque me impresionara o me pareciera bonito, que me lo pareció y mucho, sino porque sonaba como yo lo había imaginado tantas veces.Nunca olvidaré ese momento. Llegamos tarde y salir a la terracita y verlo, con la playa ya vacía y atardeciendo, fue maravilloso para mí.
Yo creo mucho en mi intuición. Me dejo llevar por ella. Puede que me equivoque. De hecho lo hago muchas veces. Pero tengo la sensación de que, haciéndolo, no me queda tanto dolor como si no hubiera obrado de esa forma.
Preciosa entrada. La verdad es que aún no he encontrado una que no me guste. Todas desprenden inteligencia y lucidez, hasta cuando tu puedas parecer estar buscando respuestas y salidas "en el laberinto", pero esta me ha calado especialmente. Tiene más luz. No sé...Es como si te viera con la mirada fija en otro punto más luminoso del camino.
Así sea... ( De corazón )
Besos y LUZ. : )
Yo lo conocí con 21 años y sabes lo que me pasó cuando me acerqué a él, que me entró una sed terrible al ver tanta agua que no podía beber y me tuve que ir corriendo a beber agua.
EliminarMe encanta la ilusión y las emociones que manifiestas que tuviste cuando viste el mar.
La intuición es sabia... yo creo que no le hice caso y me puse a razonar y lo fastidié todo en un momento y ahora... tengo la moral por los suelos.
No soy inteligente Lola, soy bastante ignorante, y lucidez tampoco atesoro en demasía...
Constantemente me pregunto por las cosas, sobre todo por las últimas cosas que me han pasado... tengo las respuestas... pero esas respuestas me dejan KO.
Besos.
La intuición es el sentido del alma.... y por Dios que es bueno hacerle caso. A mi me ha funcionado bien... Gran entrada, con excelentes reflexiones.Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta lo de que "la intuición es el sentido del alma"... yo no le hice caso a la primera... que me dio las respuestas acertadas y me puse a razonar y lo fastidié todo... ¡no sabes hasta qué punto!
EliminarBesos.
Siempre me ha gusto escuchar el mar en las caracolas pero me quedo sin dudarlo con el sonido que me llega desde el océano directamente al oído, sin intemediarios.
ResponderEliminarY no me creo capaz en absoluto de encontrar ninguna de esas puertas... Ni la de entrada ni la de salida. Pero disfruto todo lo que puedo de la vida tabulada y llena de altibajos que me ha tocado vivir.
Un beso fuerte, Impers.
El mar, el océano... impresionan... su inmensidad, la vida que contiene, el peligro que tiene... y la sed que me entra cuando estoy cerca de él... creo que me sugestiono con que no puedo beber su agua y... no sé manías mías.
EliminarYo ahora tampoco encuentro la puerta... no hice caso a mi instinto a tiempo y el laberinto en el que me he metido no tiene puerta de salida...
A mí ahora me está costando llevar la vida...
Besos.
Tengo muy lejos el mar, pero cuando estoy frente a él, me encanta quedarme largos ratos escuchando el sonido de sus olas, mirándolas cómo van y vienen, y mirar hacia el horizonte lejano, como si quisiera encontrar algo más allá, no sé... es una sensación maravillosa poder contemplar la belleza que nos ofrece la naturaleza, y que, quiénes, estamos lejanos de esta inmensidad como es el mar, creo que sabemos apreciarlo mucho más que quiénes lo tienen más cercano.
ResponderEliminarYo sí he escuchado alguna vez el sonido del mar en una caracola, es como si el mar lo tuviera cercano, recogido todo ello en mi mano y en mi oído, es una impresión alucinante.
Preciosa entrada, Impersonem, gracias por seguir compartiendo tus reflexiones.
Un beso enorme.
El mar atrae a mucha gente... y el horizonte que a lo lejos se junta con él parece estar encantado...
EliminarLas caracolas reproducen el sonido del mar... no sé si también de la vida que contiene...
¡cuántos náufragos en la travesía de la vida!
Besos.
Ahora , que parece que he encontrado la puerta de salida, voy a mezclar tu consejo y mi instinto y me dedicaré a hacer turismo; pero me llevaré tu caracola en mi mente.¡Tal vez me transmita tu voz!
ResponderEliminarHermoso tu poema.
Besos.
Bienvenido andré... me alegra que hayas encontrado la puerta de salida... ¡qué el turismo te sea agradable y enriquezca tu espíritu!... mi voz es humilde andré... la tuya sabia por lo que te he leído.
EliminarUn abrazo.
Hermoso poema cargado de reflexión.
ResponderEliminarTodos estamos inmersos en el laberinto de la vida y en su trasncurso cada paso importa. ¿La salida? No creo que sea lo más importante.
Un abrazo
Me refiero al laberinto que hay entre el bien y el mal (aunque no se sabe muy bien qué es lo uno y qué lo otro)...
EliminarBueno la vida también es un gran laberinto, y cada cual se maneja en él como cree y sabe... y cada cual le va según va haciendo y recibiendo... todo muy complicado... por lo menos para mí.
Un abrazo.
hay días que me metería dentro de la caracola para solo escuchar el mar...y no el laberinto de porquerías que escucho a diario.
ResponderEliminarUn beso.
Yo también...
EliminarBesos.