Imagen de Wikipedia.
Nací
sin un nombre concreto,
me
pusieron de nombre ...
y yo
atiendo a la voz que lo nombra
sin
saber si es a mí a quien llaman.
¿Pero
cuál es mi nombre?
Me
llaman desde la voz de una garganta
para
que escuche un nombre en mis oídos,
pero yo
no sé si ese es el nombre
al que
deben atender mis seis sentidos.
Yo no soy
mi nombre
ni mi
nombre dice quién soy yo,
no sé
cómo me llamo en lo eterno
y
pienso que el nombre de los seres
está
dentro, tal vez muy cerca de los tuétanos.
Por entre
el nombre
a veces
se escapa la esencia del silencio.
Por
entre el nombre
a veces
se escuchan los ecos de los tiempos.
Por
entre el nombre
cabalgan
los que son sin saber cómo se llaman.
Impersonem.
lo importante es contestar
ResponderEliminarNo sé no sé... según y a quién... a veces es mejor callar...
EliminarAbrazo
Gran poema lleno de puro sentimiento, me ha encantado cielo!! Un besazo
ResponderEliminarSolo una proyección de mis pensamientos...
EliminarAbrazo
Joder me ha encantado este poema.
ResponderEliminarEs muy bueno...
A mí ya no me llaman.
Ni nombre está languideciendo.
Saludos.
Gracias Toro.
EliminarTarde o temprano te llamarán...
Abrazo.
A mí también me ha encantado este poema, Impersonem, un placer leerte.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias María.
EliminarAbrazo
Una preciosidad de poema. El nombre ha dado tema a muchos/as poetas, a mi me emociona este que no sé si conoces:
ResponderEliminarNi tu nombre ni el mío son gran cosa,
sólo unas cuantas letras, un dibujo
si los vemos escritos, un sonido
si alguien pronuncia juntas esas letras.
Por eso no comprendo muy bien lo que me pasa,
por qué tiemblo o me asombro,
por qué sonrío o me impaciento,
por qué hago tonterías o me pongo tan triste
si me salen al paso las letras de tu nombre.
Ni siquiera es preciso que te nombren a ti,
siempre nombran la luz del mediodía,
la fruta, el paraíso
antes de la expulsión.
AMALIA BAUTISTA Luz del mediodía
Besos!!
Gracias.
EliminarNo conocía este poema... bueno, en él, la grafía y el sonido del nombre al que se refiere alcanza categoría de frutos paradisíacos y de cenit lumínico...
El poema es bonito, me ha gustado...
Abrazo.