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Late mi
corazón ya muy cansado,
fluye
mi imaginación toda confusa,
cierro
mis ojos y veo todo lo que
con
ellos abiertos no fui capaz.
Me
sumerjo en el rincón más oculto
del
alma que intuyo que tengo,
y
nadando en aguas turbias
me doy
cuenta del lodo enmascarado
que aún
habita en ella.
Allí
donde nacen las ideas,
y el
matiz del saber se va fraguando,
está el
encofrado destruido
y la
masa esparramada.
Allí
donde está el secreto de la razón,
de la
verdadera razón no idealizada,
sólo
queda la aspiración a lo concreto
a pesar
de ser fugaz el pensamiento
y ser
misterio que en secreto permanezca.
Impersonem.
La introspección tiene grandes riesgos emocionales.
ResponderEliminarYo prefiero evitarla.
Yo la necesito como el comer y no m e muevo mal en esos terrenos...
EliminarSi te va bien ese método... no hay por qué cambiarlo
Abrazo
ahí encontrarás respuestas y fantasmas
ResponderEliminarExacto... pero ambas me ayudan a aceptar el pasado, a vivir el presente y a preparar el futuro...
EliminarAbrazo
Me alegra que ese ejercicio de introspección y autocrítica te resulten algo de balsámicos para seguir mirando hacia e futuro con un mínimo de fortaleza y confianza.
ResponderEliminarAbrazos, amigo admirao
Sí Luis Antonio, viajo con frecuencia hacia mis adentros, hablo conmigo mismo ("quien habla solo aspira a hablar con Dios un día"... que dijo Don Antonio en su retrato poético)...
EliminarMiro el futuro con bastante desasosiego y desconfianza... pero hoy es hoy y mañana su constante, y hay que seguir para conseguir... la realización de lo que se cree y quiere...
Abrazo.
La vida algunas veces cansa y el corazón se agota.
ResponderEliminarUn beso grande.
Es cierto María, pero hay que seguir adelante mientras quede una sola posibilidad de avanzar y de llegar y conseguir los objetivos marcados...
EliminarAbrazo.
Yo también soy de las de la introspección, lo prefiero a cualquier otro medio para afrontar la angustia o el dolor. Sin embargo no soy capaz de elaborar versos como los tuyos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!!
Eso va con el carácter de cada cual... yo le doy muchas vueltas al coco... y me analizo con relativa frecuencia... también hablo conmigo mismo, tal cosa no es peligrosa hasta que empiezas a llevarte la contraria...
EliminarMis versos son muy ramplones, huidizos suspirillos del alma...
Abrazo.
Ramplones, no. Me gusta lo de suspirillos del alma.
EliminarHay que mirarse con calma para mirar fuera, desde luego.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Pensar despacio para andar deprisa" que dice Sabina en una de sus canciones...
EliminarEs preciso ver lo que somos para saber si estamos siendo como queremos ser...
Abrazo.
A veces hay que salir afuera. Pero es que dentro de ti hay cosas bonitas .
ResponderEliminarUn beso
Siempre hay que salir fuera... dentro reflexión, fuera acción-reacción...
EliminarGracias.
Abrazo.
A mi me gusta tanto acurrucarme dentro como fuera, estoy cómoda haciendo introspección dentro de mi, es lo único que siempre tengo ordenado jaja no podría vivir si no fuera así, mi mente es como el mar de los sargazos produciendo lechugas constantemente.. siempre digo que hablo mucho ( aquí escribo) por absoluta necesidad, tengo que sacar para dejar oxígeno a lo siguiente que me surge... ;)
ResponderEliminarEn tu interior es imposible que haya lodo, todo lo que sale de tus letras es tan noble y limpio que eso es imposible ..salvo que estés en obras ;)
Muchos besos y que dentro de ti encuentres paz
porque lo que es fuera me temo va a ser imposible.
La introspección es algo así como el repaso de las lecciones que la vida a través de las experiencias nos da. Una evaluación de acciones y reacciones que nos ponen frente a nuestra forma de pensar, de obrar y de reaccionar. Para mí es básica.
EliminarYo también hablo mucho, algunas veces más de la cuenta; mi incontinencia verbal a veces "me deja desnudo frente al resto"...
En mi interior hay tanto lodo como el que más... tengo tantos defectos como puedas imaginar y en mis ojos hay dos vigas de gran tamaño...
Yo siempre estoy en obras en mis adentros... pararse (a pensar) y repararse (por convencimiento) forman parte de la introspección.
Gracias... pero mis guerras internas aún son muchas... de las externas, ni te cuenteo.
Abrazo.