"El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo" (Nietzche) "Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay" (Saramago) "La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por los que se sientan a ver lo que pasa" (Einstein)
viernes, 22 de abril de 2016
domingo, 17 de abril de 2016
POETA DE NOCHE
Imagen de Wikipedia.
Inspiración- por Jean-Honore Fragonard
domingo, 10 de abril de 2016
SIMBOLOGÍA

Imagen de Wikipedia
En este mundo de peces,
donde sobra tanto anzuelo,
tener los pies en el suelo
es mejor que ofrecer preces.
Sean gordos o pezqueños
tendrán que saber nadar
para poder realizar
sus pretendidos empeños.
Sabiendo que en las alturas
se pesca con grandes redes,
sólo vales lo que puedes
sea a duras o a maduras.
Hoy la mar está picada,
y entre olas y corrientes
tendremos que estar pendientes
hasta que esté más calmada.
Hay pescadores furtivos
que te arrebatan el alma,
quien no se defiende palma
y deja el mundo de vivos.
Si no quieres perecer,
a nadar has de aprender
intentando comprender
según tu buen parecer.
Impersonem.
jueves, 7 de abril de 2016
TENGO ALMA DE JUGLAR...
Imagen de Wikipedia.
"Un hombre competente es un hombre
que se equivoca según las reglas" (Paul Veléry)
Tengo alma de Juglar
pero yo no sé cantar
y aunque me atrevo a escribir
sé que lo hago muy mal,
pero todo lo que escribo
siempre pienso que es verdad...
Tengo alma de poeta
pero yo no sé rimar
y si alguna vez acierto
es pura casualidad;
y si me pongo a contar
la medida de los versos
exacta nunca me da...
Sólo expongo lo que pienso
cuando me da por pensar,
y expongo lo que sueño
cuando me da por soñar...
Y el hecho de exponerlo
es por si le vale a alguien más...
Impersonem.
sábado, 2 de abril de 2016
A GOLPE DE TAMBOR.
El viejo poeta escribió sus
versos
en la piel ajada de un viejo
tambor,
y en cada golpe resuena su voz…
Sus versos se hicieron poemas
y estos se hicieron canción,
sus rimas se hicieron leyenda,
su mensaje cabalgó en el
viento,
que desbocado todo lo llenó…
En sus manos había
experiencia,
en su retina la imagen del
tiempo,
su memoria guardaba recuerdos
que sabían de ciencia,
conciencia y verdad…
Se acordaba del búfalo libre,
se acordaba del lobo que nunca
atacó,
se acordaba de verdes praderas
que luego el caballo de hierro
invadió…
Se acordaba de la pipa humeante
que mil veces como paz ofreció,
se acordaba de las mil
traiciones
que el blanco imperial
propició…
Se acordaba del tratado roto
y del hacha que desenterró
en defensa de su esencia y su
honra,
se acordaba de que fue él
quien perdió…
Se acordaba de la estrecha
reserva
donde el imperio los recluyó,
se acordaba de sus flechas y
plumas
con las que cazó, con las que
rigió…
Se acordaba del viento en su
cara,
se acordaba del agua tan clara
donde bañaba su cuerpo cada
mañana
cuando el sol calentaba sus días…
Se acordaba de todo y de nada,
resignado a su sino fatal.
«¡Qué voy a hacer!», se decía,
«si el imperio impone su mal…
»Estas tierras nunca fueron de
nadie,
nunca hubo escrituras de tal,
pero el blanco les echó el ojo
y a nosotros nos echó su enojo…
»Ahora hay dueños de esto y de
aquello,
se apropiaron de lo que era de
todos,
y los campos que estaban
abiertos
por sus cercas fueron
cerrados…
»No hay caballos que libres
galopen
por las anchas praderas de
entonces
ni hay búfalos que coman su
hierba,
solo hombres que esquilman su
esencia…
»Desde entonces se acabó la
vida
que libre campaba a sus
anchas,
empezando una supervivencia
donde gana el que tiene más
armas…».
Y así estamos en estos días,
entre guerras y garras que
arrancan el alma,
cada día la muerte arrebata
vidas
cuando el hombre contra el
hombre dispara.
Desarraigo y destierro a
raudales,
y Europa ya alquiló una reserva
para quienes, huyendo de la
guerra salvaje
sin pan ni equipaje, le piden
amparo y clemencia…
El imperio se extiende y derrota
la esperanza de todo el que
espera
y con leyes cargadas de
trampas
arrebata al pobre el pan de la
cena…
Es la ley del más fuerte, del
que tiene la tela,
la que rige el destino del
hombre y del hambre,
la que impone la bestia de
siete cabezas,
es la ley que rige la vida en
la tierra.
¡Ha sonado el tambor!
Y a su dictado he escrito sin
tregua…
Todo esto lo fui yo
escribiendo
calentándome al amor de una
hoguera
una noche estrellada
cualquiera,
el silencio palpitaba en mi
corazón
y los ecos que en la noche se
escuchan
me devolvieron, golpe a golpe,
la voz del viejo poeta…