"El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo" (Nietzche) "Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay" (Saramago) "La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por los que se sientan a ver lo que pasa" (Einstein)
A mí me gusta el calor MAría, resisto mejor las olas de calor que las de frío... pero comprendo que el termostato de cada cual determina sus preferencias...
En Barna también hay gallo, yo vivé allí un par de años y los vi... jejeje...
Tal vez a ti no te salía la imagen por alguna razón, es un vídeo en el que un gallo canta... siento que no hayas podido verlo, tiene su gracia... lo cual agradezco mucho al autor del mismo...
Cada kikirikí es un canto de alegría por el sol de cada día cuando despunta el alba y un aviso a los durmientes de que deben despertarse para disfrutar de un nuevo día en el que todo lo esperado es susceptible de convertirse en realidad...
Me alegro de que disfrutes de esa particularidad de la vida rural... yo también la he vivido y ahora también en cierto modo... y el canto del gallo al amanecer tiene un cierto encanto, aunque alguna vez le dan a uno ganas de tirarle con algo para que se calle...
A mí me recuerda lo mismo... y me hace ver lo importante que es el Sol en la vida de todo ser vivo...
Ay el sol que nos está achicharrando estos días, amigo Impersonem, espero que esta ola de calor se aleje y nos de un respiro.
ResponderEliminarY tus versos laten melodías también al sol.
Besos.
A mí me gusta el calor MAría, resisto mejor las olas de calor que las de frío... pero comprendo que el termostato de cada cual determina sus preferencias...
EliminarMis versos ya no sé muy bien qué laten...
Abrazo
Lástima que no haya gallos en las ciudades...
ResponderEliminarUn abrazo
Sí que hay gallos en las ciudades, pero esa es una historia de otro corral...
EliminarMe alegra verte por aquí y espero que todo se os vaya arreglando a ti y a tu mujer...
Abrazo
Aquí no hay gallos...
ResponderEliminarHay chusma.
No se ve la imagen que supongo está encima del poema.
Saludos.
En Barna también hay gallo, yo vivé allí un par de años y los vi... jejeje...
EliminarTal vez a ti no te salía la imagen por alguna razón, es un vídeo en el que un gallo canta... siento que no hayas podido verlo, tiene su gracia... lo cual agradezco mucho al autor del mismo...
Abrazo
Sin kikiriki que no valga
ResponderEliminarSaludos
Cada kikirikí es un canto de alegría por el sol de cada día cuando despunta el alba y un aviso a los durmientes de que deben despertarse para disfrutar de un nuevo día en el que todo lo esperado es susceptible de convertirse en realidad...
EliminarAbrazo
La literatura española nace con un gallo quebrando albores...
ResponderEliminarUn abrazo.
No tenía ese dato Pedro, y te agradezco que me lo hagas llegar... esa escena de un gallo quebrando albores es mágica...
EliminarAbrazo
Vivo en elcampo y algún gallo vecino me sigue despertando al amanecer. Y me encanta, me recuerda el pueblo de mi niñez
ResponderEliminarMe alegro de que disfrutes de esa particularidad de la vida rural... yo también la he vivido y ahora también en cierto modo... y el canto del gallo al amanecer tiene un cierto encanto, aunque alguna vez le dan a uno ganas de tirarle con algo para que se calle...
EliminarA mí me recuerda lo mismo... y me hace ver lo importante que es el Sol en la vida de todo ser vivo...
Abrazo