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"Cuando los pollos dejan de pelearse por la comida
descubren con asombro que había suficiente para todos".
(Sissa)
Hay
veces que el pan sabe a milagro
en la
mesa de quien llora el desamparo…
otras
veces sabe…
a
recuerdos de pueblo de horno madrugado…
a
recuerdos de infancia de lumbre y familia…
a
recuerdos de juego en pandilla
cambiando
impresiones y cromos…
a
recuerdos de bodega
donde
el vino entonaba canciones graciosas…
Sí, a
veces el pan tiene sabor a recuerdos…
por eso
nos sería imperdonable permitir
que
quienes no lo tienen
poco a
poco se queden sin memoria…
Impersonem.
Lo he leído Impersonem, es muy bueno. Viajo a trabajar al amanecer y hoy ha sido un día largo. Te comento cuando regrese, creo que el jueves.
ResponderEliminarUn abrazo
Vivian
Hola Vivian. Gracias.
EliminarEspero que tus días de trabajo hayan transcurrido con normalidad...
Un abrazote grande
Paz, tierra y pan
ResponderEliminarLo básico, siempre
Saludos
Pero hay mucha gente que carece de las tres cosas... porque la guerra se las ha arrebatado...
EliminarAbrazo
¡El pan no debería faltar en ninguna casa! Jamás.
ResponderEliminarUn abrazo.
No debería, pero falta... incluso hay mucha gente que además de no tener pan tampoco tienen casa... ni alimento ni cobijo... ¡en qué mundo estamos!
EliminarAbrazo
No podemos ni debemos permitírnoslo.
ResponderEliminarCada uno, a nivel individual, siempre puede hacer "algo" si quiere... Tú lo sabes.
Abrazo
Claro que no Soco... Creo que el "uno colectivo" unido y organizado tendría más fuerza que el uno individual disperso e impotente... pero las cosas son así y mañana ya veremos... cada uno podemos aportar algo, sí, pero estamos ante grandes encrucijadas empujados por grandes urgencias...
EliminarA veces me sumerjo en una gran confusión mirando y escuchando algunos hechos y algunos dichos...
Abrazo
Lo peor de todo es cuando falta ese pan, tan necesario en todos los hogares, un alimento tan básico y que a veces, ese pan escasea.
ResponderEliminarMuchos besos.
Algunos,María, están sin pan y sin casa... mendigando caridad y sufriendo nuestra indiferencia (yo no me excluyo)... estoy confuso María, últimamente me siento solo y raro frente a esa gente que está tan segura de sus conocimientos y comportamientos porque coinciden con los de la mayoría... tan sólo en este espacio encuentro algunas almas afines a la mía...
EliminarAbrazo
Gran poema, y el final deja K.O.
ResponderEliminarBuenísimo.
Te felicito.
Saludos.
Gracias Toro, interpreto que el final del "poema" te ha parecido Ok... jejeje...
EliminarSólo son palabras Toro... los desamparados necesitan hechos, y yo no estoy siendo muy proactivo en ellos... incluso a veces actúo con prejuicios frente a quienes extiende su mano solicitando ayuda o caridad... ando en conflicto con mis entrañas...
Abrazo
Tu poema, pleno de nostalgia y sensibilidad hacia los más necesitados, me trae parecidos recuerdos a los tuyos. Casi todos vinculados a la infancia y al pueblo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
¡Qué alegría Luis Antonio, verte por aquí!, pues eso indica que estás bien o por lo menos muy recuperado... me alegro infinito... espero que tu mujer se restablezca pronto también y sin secuelas...
EliminarEs cierto que el poema está cargado de nostalgia. Mientras lo escribía la memoria se me llenaba de imágenes del pasado y volvían a pasar por mi corazón impulsando alguna que otra lágrima...
Supongo que los que somos de pueblo (yo lo soy mucho) coincidimos en formas de transitar la infancia... la juventud... yo me acuerdo de los juegos en la plaza y por los tesos del pueblo... patinar sobre el carámbano... al panadero repartiendo el pan de horno de leña con el carro de puerta en puerta (¡qué pan!)... la lumbre de leña y el brasero bajo la camilla... la brisca... el tute... el mus... las historias que contaban las generaciones precedentes... juventud y bodega... fiesta de quintos... etc.
Lo dicho: me alegro infinito verte bien... y mi mayor deseo de que tu esposa se ponga bien lo antes posible...
Abrazo