viernes, 11 de enero de 2019

CABALLO BLANCO



 
 










Imagen de wikipedia.


Yo tengo un caballo blanco
al que nunca pongo bridas;
cuando me siento perdido
y me duelen mis heridas
a sus lomos yo me subo
y dejo que él me lleve
cuesta arriba y cuesta abajo…
y a veces, cuando coincide,
también vamos por el llano…

Él me guía por praderas
que jamás imaginé…
él relincha encabritado
y yo aprendo a sostenerme
en sus lomos de corcel;
cuando camina despacio
el paisaje se relaja
y yo me siento henchido,
satisfecho y decidido…

Sus galopes son tendidos
con velocidad de flecha
lanzada por arco tenso
y fuerte brazo de atleta.
Si saltamos un arroyo
de sus crines yo me agarro
no sea que en un vaivén
mis huesos caigan al barro
y de ahí vayan al hoyo.

Él es pura libertad;
y en su libertad cabalgo...
su destino es mi destino
vaya cerca o vaya lejos...
si surgen encrucijadas
yo confío en su criterio
a la hora de elegir
el camino que nos lleve
a donde queremos ir...

Impersonem.

10 comentarios:

  1. no lo sueltes y brinca con él

    saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo tengo sujeto...; y sí, brinco con él, a veces son saltos temerarios (a falta de puentes, buenos son saltos)

      Abrazo

      Eliminar
  2. Es tu corazón ese caballo blanco.
    Parece indomable... que lo sea siempre.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Toro...

      Tiene una mezcla de indomable e ingenuo (dicho sea en el mejor de los sentidos)... lo cual tiene sus ventajas, pero, también, muchos muchos riesgos y no menos "dolores de cabeza"... mientras pueda seguirá campando a sus anchas, sin obviar las estrecheces que puedan surgir en su caminar, trotar y galopar...

      Abrazo

      Abrazo

      Eliminar
  3. Los antiguos caballeros, en las encrucijadas, dejaban que decidieran los caballos el camino a seguir. Lo tuyo es diferente, no es aventura, es afirmación de libertad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los antiguos caballeros habían aprendido que el instinto y el olfato del caballo estaba menos condicionado que el suyo, y en las encrucijadas se ve que se encomendaban a ese criterio instintivo y libre...

      Es una afirmación de libertad que provoca múltiples aventuras dentro de la jungla social donde los unos (a veces hunos), los otros, los más y los menos se mueven (nos movemos) con más o menos ahínco en busca de posición y posesión, de una forma o de otra... con unos fines u otros... según idiosincrasias (más o menos ambiciosas)...

      Yo le dejo a mi caballo que, en cada encrucijada de este camino que hago a diario de una contradicción a otra, buscando mi verdadera identidad y los porqués y paraqués de esta vida, elija según su buen e instintivo criterio el camino que debemos tomar...

      Abrazo

      Eliminar
  4. En la duda, mejor seguir el criterio del caballo. El que tú describes poéticamente despierta afecto y confianza.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese criterio está menos condicionado por los filtos del convecionalismo social... es instintivo e inmediato... es el primer pensamiento-sentimiento que aparece para responder a cualquier duda o para elegir camino en cada encrucijada...

      Mi caballo está lleno de afecto e ingenuidad (en el mejor sentido del término)...

      Abrazo

      Eliminar
  5. Te siento feliz en tu caballo blanco. Confía en el, seguro te llevará por el camino correcto...

    Que el nuevo año, te sonría cada día, compañero de versos y de sueños.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahí ando Soco; a caballo en los vaivenes de la vida... confiaré en ese caballo intuitivo y experimentado de la vida, aunque muy ingenuo y confiado...

      Esperemos que este año nos traiga lo mejor de lo mejor a tod@s...

      Abrazo

      Eliminar