Imagen en Wiquipedia
Sopor de Mauricio García Vega.
Me
mataron los sueños
con
puñales de hielo;
el
calor de los días
se
alejó de mi suelo.
Hoy
muero por dentro
y por
fuera me agrieto;
otras
veces me hincho
como
globo con viento.
Id
haciéndome el nicho
donde
quepan mis huesos;
que
para una buena despedida
me
queda un poco de vino y mil besos.
Impersonem.
Buena reserva llevas para despedirse
ResponderEliminarUn abrazo
Bueeeno... según se mire... ahí vamos...
EliminarAbrazo
No se puede vivir sin sueños.
ResponderEliminarYa... resulta difícil resistir el día a día viendo derrotados todos los sueños en un despertar al desengaño ...
EliminarMe alegra tu vuelta...
Abrazo
No se me ocurre mejor despedida que una a base de besos y vino.
ResponderEliminarA mí tampoco... además, aunque nos pasemos con el vino no se nos va a notar mucho, total, en circunstancias normales, vamos a poder dormirla largamente...
EliminarAbrazo