De Debucourt, Philibert Louis - Bibliothèque nationale de France,
Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=276075
Hace tiempo quemé el
calendario.
Los relojes los tengo
olvidados.
Mido el tiempo en pasos andados;
en pasos perdidos, en pasos
ganados.
Del pasado, del presente y del futuro,
sólo sé el nombre que les
hemos dado,
pero nunca he logrado saber
dónde y cómo están situados.
Como náufrago en el mar de las
dudas,
agarrado a preguntas que en el
aire flotan,
resiste mi nado de humano avisado;
y de tanto nadar y nadar y
nadar
mi yo tiene escamas y se ha
vuelto salado.
Y después de soñar todo esto,
ha sonado el despertador
y, como ser humano que soy,
los zapatos me he puesto;
y, entregado a los tiempos
que el reloj me señala,
me he hecho:
pasado, presente y futuro
en tres movimientos.
Impersonem.
me acuerdo que hace mucho mucho te leía y ha sido un auténtico placer volver a encontrarte y poder leerte. Estoy deseando volver a hacerlo, ya con más regularidad.
ResponderEliminarMe quedo con estos versos "Del pasado, del presente y del futuro, sólo sé el nombre que les hemos dado" gracias!
Sí, Natalia, nos leíamos y para mí también es un placer volver a coincidir contigo en estos medios virtuales...
EliminarGracias a ti por tus palabras, nos iremos leyendo...
Abrazo
Inevitable la realidad. Los soñadores siempre andamos en tres tiempos. Siempre en metáforas. Siempre evitando el presente, pero el reloj siempre despierta con su alarma.
ResponderEliminarAbrazos
Siempre inevitable, Tatiana. Los soñadores barajamos pasado, presente y futuro según, sin, sobre, tras... y hacemos de la metáfora una forma de expresión de inquietudes, reflexiones y perspectivas...
EliminarEs que el presente es tan efímero, que el pasado nos despide y el futuro nos reclama de continuo, pero los soñadores estamos en los tres tiempos a la vez...
El reloj es la prisión en la que nos hemos metido con el tiempo...
Abrazo
Coincido contigo , pero el despertador suena y ahí vamos.
ResponderEliminar¡Qué remedio, Tracy! O andamos al ritmo del tiempo que nos marcan los relojes o nos vamos fuera de todas las facetas de la órbita social
EliminarAbrazo
El tiempo tiene vida propia y se ríe de nuestro vano intento de querer dominarlo.
ResponderEliminarEscribí un poema sobre ello:
EL TIEMPO
El tiempo es el payaso
que se ríe de nosotros
el viento que nos barre
de los ojos la mirada
el dueño de huesos muertos
y esperanzas desgarradas
es el juez inmisericorde
en la corte del gran drama
el que no tiene precio
ni clemencia que valga
el cuchillo que no tiembla
y asesina por la espalda.
Saludos.
Yo creo que el tiempo no existe, tan sólo existe nuestro concepto convenido de qué es el tiempo y de cómo lo administramos...
EliminarEl tiempo marca todo eso que dices en tu excelente poema sobre el mismo, pues los efectos del vivir, la oxidación de nuestras células (el oxígeno a la vez que nos da vida nos la quita) y la decrepitud final están asociados todos ellos a medidas de tiempo convenidas por nosotros... y todo se mueve en esos parámetros de tiempo...
La vida es un presente continuo que todavía no controlamos, pienso...
Abrazo
Me gustan tus sueños, podrías regalarme alguno porque los míos son bastante deprimentes.
ResponderEliminarSaludos
Doctor Krapp, a veces los tengo buenos, casi siempre cuando me echo siestas con los ojos abiertos, y otras veces atesoro pesadillas, pero de éstas también saco conclusiones...
EliminarRegalar sueños se me antoja como un sueño inalcanzable todavía, todo lo más que podemos lograr es compartirlos...
Abrazo
No conocía el calendario republicano y he disfrutado mucho con el descubrimiento, gracias!! Es muy curioso que los meses, de treinta días, se correspondan con los ciclos de la naturaleza y en vez de asociarse a un santo aludan a plantas, animales ... lástima que una osadía tan bella no sea muy conocida. Napoleón, como gran estratega, supongo que decidió volver al calendario gregoriano para asegurarse las buenas relaciones con el papado, sin duda propicio el fin de un calendario realmente fascinante.
ResponderEliminarHe leído en diferentes ámbitos que el tiempo no existe, la física cuántica sin ir más lejos, apunta en esa dirección y para mi tiene sentido. Hemos establecido formas de medir las horas, días, meses .... para meternos en una prisión que condiciona toda nuestra vida, horarios, metas... no disfrutamos de la naturalidad de la que gozan el resto de seres vivos (los no sometidos al hombre, claro) que no saben de horarios en su rutina diaria.
La poesía es muy bonita y se ajusta a la idea que tengo del tiempo y de los relojes en particular, que nos marcan lo que debemos de hacer en cada momento, qué difícil es escapar de esa tiranía!!
Me ha gustado muchísimo esta entrada, un abrazo!!!
Ana, yo tampoco lo conocía en este formato, iba buscando para el post un calendario normal y cuando me topé con este me gustó y lo puse... cuestión de afinidades...
EliminarSeguramente que Napoleón, gran estratega en todos los terrenos, pensó como dices, pero el calendario tiene más sentido conectado a esos ciclos de la naturaleza... De hecho sigue estándolo, pues todas las diosas paganas de la mitología fueron asociadas o transformadas en Vírgenes que coinciden con ciclos agrarios...
Yo soy de los que creen que esa teoría de que el tiempo no existe es cierta; ya desde hace tiempo (paradoja, jejeje) que lo pienso y para mí también tiene sentido... Pienso que vivimos en un presente continuo y pienso más aún, pero no me atrevo a decirlo en este ámbito abierto...
Coincido plenamente con todo lo que dices en el párrafo segundo de tu comentario, pensamos igual al respecto, el tiempo es una medida convencional del ser humano; la economía creo que también lo es y algunas cosas más...
Tengo un haiku por ahí que todavía no he publicado que dice:
Se escapa el tiempo
por la parte trasera
de los relojes.
Como ves, no podemos escapar del concepto tiempo aunque no creamos en su existencia, todo el geocentrismo y el antropocentrismo está determinado por él... y no podemos escapar de su órbita...
Gracias por tu amable valoración de mi humilde poesía...
Abrazo
Apareció el reloj al final del poema para echar a perder la libertad que ya se había ganado. Oh realidad irremediable!
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Sara, el reloj "es un dictador" a jornada completa... La expresión de "tiempo libre" no es más que una quimera... Las agujas del reloj van cosiendo instante tras instante formando el gran paño de la existencia...
EliminarAbrazo
No sé por qué no se publican mis comentarios... ¿o soy spam o llevas mucho tiempo sin entrar? Besos
ResponderEliminarPD. Espero que estés bien.
Ahora parece que por fin se publicó... 😘
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